Los aztecas fueron un pueblo de cultura nahuat, de la zona de Mesoamérica,
que se desarrollaron desde el siglo XIV hasta el siglo XVI. La cultura Azteca creó un gran
imperio con capital en la ciudad de Tenochtitlan, sobre una isla del lago
de Texcoco (actualmente la ciudad de México). Los aztecas hablaban la lengua
nahuatl que expandieron por toda la región.
Orígenes de la Cultura:
La influencia de los
Olmecas sobre la cultura
Azteca fue muy grande,
sobretodo porque ellos vivían, en tiempos diferentes, básicamente en la misma
región. Después de la hegemonía olmeca, la región sufrió varias invasiones de
pueblos venidos de América del Norte.
Los primeros pobladores procedentes del Norte, de la región de los Nahua (familia lingüística Náhuatl), construyeron, entre el año 500 - 600 D.C., basados en tradiciones olmecas, una gran ciudad, Teotihuacán, con gigantescas pirámides en honor al Sol, la Luna y sus dios mayor, Quetzalcóatl. En ese centro urbano desarrollaron una sociedad azteca sobre la cual, infelizmente, tenemos pocas informaciones. Los Toltecas, una de las tribus nahuas del norte, llegaron a América Central entre el año 850 - 900 D.C., y tal hayan sometido a los sacerdotes de Teotihuacán, pues dieron continuidad a la construcción y manutención a la ciudad de Teotihuacán. Debido a lo gigantesco de las construcciones en la ciudad de Teotihuacán, muchos pueblos mesoamericanos consideraban que había sido construida por gigantes, antes de la llegada de los hombres a la región. Los toltecas organizaron un fuerte Estado y una rica civilización, que, después de disputas internas, guerras externas e invasiones, llego a su fin en el 1194 D.C.
El pueblo Mexica, más conocido como azteca, es originario de la región de Aztlán (de ahí el origen de la palabra azteca), al sur de América del Sur. Ellos se establecieron en el valle de México (específicamente en las islas del lago Texcoco), junto con otros pueblos mesoamericanos en el año 1168 D.C. En el año 1325, los Aztecas comenzaron a construir la ciudad de Tenochtitlán, que en el siglo XV sería una de las mayores ciudades del mundo
Organización Política: La formación del imperio azteca se basó en una alianza de tres grandes ciudades: Texcoco, Tlacopán y Tenochtitlán. Los aztecas extendieron su poder por toda la región de Mesoamérica. Las relaciones políticas que se establecieron entre los aztecas y las regiones que controlaban aun no son muy claras, pero podemos afirmar que no era una estructura rigurosamente centralizada, como la edificada por los Incas en Sudamérica.
En la Confederación Azteca convivieron innumerables comunidades con idiomas, costumbres y culturas diferentes (zapotecas, mixtecas, totonacas). La unidad entre ellas se daba en torno a aspectos religiosos y, principalmente, a través de la centralización militar de los aztecas y la contribución obligatoria de impuestos de los pueblos mesoamericanos sometidos al Imperio Azteca. Las diversas provincias de la región de Mesoamérica, además de los tributos, debían proporcionar contingentes militares y someterse a la justicia de los tribunales de la capital azteca, Tenochtitlán.
Los primeros pobladores procedentes del Norte, de la región de los Nahua (familia lingüística Náhuatl), construyeron, entre el año 500 - 600 D.C., basados en tradiciones olmecas, una gran ciudad, Teotihuacán, con gigantescas pirámides en honor al Sol, la Luna y sus dios mayor, Quetzalcóatl. En ese centro urbano desarrollaron una sociedad azteca sobre la cual, infelizmente, tenemos pocas informaciones. Los Toltecas, una de las tribus nahuas del norte, llegaron a América Central entre el año 850 - 900 D.C., y tal hayan sometido a los sacerdotes de Teotihuacán, pues dieron continuidad a la construcción y manutención a la ciudad de Teotihuacán. Debido a lo gigantesco de las construcciones en la ciudad de Teotihuacán, muchos pueblos mesoamericanos consideraban que había sido construida por gigantes, antes de la llegada de los hombres a la región. Los toltecas organizaron un fuerte Estado y una rica civilización, que, después de disputas internas, guerras externas e invasiones, llego a su fin en el 1194 D.C.
El pueblo Mexica, más conocido como azteca, es originario de la región de Aztlán (de ahí el origen de la palabra azteca), al sur de América del Sur. Ellos se establecieron en el valle de México (específicamente en las islas del lago Texcoco), junto con otros pueblos mesoamericanos en el año 1168 D.C. En el año 1325, los Aztecas comenzaron a construir la ciudad de Tenochtitlán, que en el siglo XV sería una de las mayores ciudades del mundo
Organización Política: La formación del imperio azteca se basó en una alianza de tres grandes ciudades: Texcoco, Tlacopán y Tenochtitlán. Los aztecas extendieron su poder por toda la región de Mesoamérica. Las relaciones políticas que se establecieron entre los aztecas y las regiones que controlaban aun no son muy claras, pero podemos afirmar que no era una estructura rigurosamente centralizada, como la edificada por los Incas en Sudamérica.
En la Confederación Azteca convivieron innumerables comunidades con idiomas, costumbres y culturas diferentes (zapotecas, mixtecas, totonacas). La unidad entre ellas se daba en torno a aspectos religiosos y, principalmente, a través de la centralización militar de los aztecas y la contribución obligatoria de impuestos de los pueblos mesoamericanos sometidos al Imperio Azteca. Las diversas provincias de la región de Mesoamérica, además de los tributos, debían proporcionar contingentes militares y someterse a la justicia de los tribunales de la capital azteca, Tenochtitlán.
Fin del imperio Azteca: La
civilización alcanzo su apogeo entre los años 1440 y 1520, cuando fue internamente destruida por los
conquistadores españoles liderados por Hernán Cortez, después de diversas
incursiones colonizadoras, en Agosto de 1521, el Imperio Azteca fue
conquistado. Diversas razones llevaron a la derrota azteca y la primera es
propiamente militar: la guerra, para los aztecas, tenía como objetivo la
dominación política y militar, para los españoles la guerra era de conquista y
exterminio. Además de eso las estrategias militares y, principalmente, el
armamento bélico de los colonizadores eran más avanzados tecnológicamente. Otro
motivo importante fue la proliferación entre los aztecas de varias enfermedades
y epidemias traídas por los europeos (la más fuerte fue la viruela).
Un factor adicional que contribuyo mucho a la derrota azteca fue la alianza establecida entre algunos pueblos de la región de Mesoamérica, descontentos con la dominación del imperio Azteca (tlaxcalteco y totonaco), con los españoles. La intención inmediata de esos pueblos mesoamericanos era destruir la hegemonía de los aztecas en la región, y vieron en los españoles fuertes aliados para alcanzar ese objetivo. Sin embargo, ellos no podían predecir lo que sucedería después de la derrota azteca, como la consolidación de la colonización europea.
Organización Social: es una sociedad fundada en aspectos religiosos y militares, aquellos que tenían más poder eran los sacerdotes, seguidos de los jefes militares (los nobles pipiltin eran parte de la elite militar y religiosa, y dentro de ellos salían elegidos los emperadores aztecas Tlatoani ), luego seguían los altos funcionarios del imperio. Los altos funcionarios administrativos y militares recibían la denominación de tecuhtli (dignatario), eran escogidos por el soberano Azteca (Tlatoani) y tenían una serie de privilegios, no pagaban impuestos y vivían en grandes residencias. Abajo se hallaban los calpullec administradores, de una especie de barrios (calpulli). Inicialmente fueron elegidos por los habitantes de los barrios, pero con el tiempo empezó a ser indicado por el soberano.
El comercio externo era realizado por poderosas corporaciones de comerciantes, los pochtecas, que gozaban de gran prestigio en el imperio Azteca por sus actividades económicas pero también por proporcionar información al emperador azteca, tlatoani, de otros pueblos mesoamericanos. El comercio de objetos lujosos era monopolizado por ellos. Debido al rápido enriquecimiento de ese sector de la sociedad, fueron ganando gradualmente poder y distinción. Los pochtecas vivían en sus propios barrios o calpulli, y se diferenciaban de los mercaderes comunes o tlacemananqui. La mayoría de los artesanos trabajaba vinculado a algún señor (tecuhtli), y muchos se establecieron sus talleres en palacios y templos. El impuesto de los artesanos era pagado con objetos de su especialidad y no eran obligados al trabajo colectivo.
La mayor parte de la población la conformaban los hombres libres (macehualli) con derechos a cultivar un pedazo de tierra para la sobrevivencia de su familia, sin embargo, eran obligados a pagar impuestos en mercaderías, prestar el servicio militar y trabajo colectivo (construir, conservar y limpiar carreteras, puentes y templos).
Los tlatlacotin formaban el estrato social mas bajo, compuesto generalmente por los prisioneros de guerra, condenados, desterrados. A cambio de casa y comida debian ser obedientes a sus amos. Aunque eso no significaba que eran esclavos, pues podían recuperar su libertad y poseer bienes.
Economía: esta se basaba justamente en el pago de tributos, en mercancías, de los pueblos de Mesoamérica sometidos a ellos. Los aztecas al no destruir las ciudades sometidas y apoyar el mantenimiento relativo del poder local obtuvieron gran recaudación de tributos. Se estima que al final del Imperio Azteca la ciudad de Tenochtitlán recibía toneladas de maíz, frijol, cacao, chile seco, centenares de litros de miel, millares de fardos de algodón, manufacturas textiles, cerámicas, armas, además de animales, aves, perfumes. La producción agrícola de la cultura Azteca estaba basada esencialmente en la producción de cereales, sobretodo de maíz que, en verdad, fue la base de la alimentación de las civilizaciones precolombinas. Es muy probable que esas sociedades no se hubieran desarrollado sin el maíz, pues ellos sustentaban y posibilitaban el crecimiento de su población en ese cereal.
La posesión de tierras tenía una característica muy interesante, el Estado azteca era propietario de todas las tierras y las distribuía a los templos, ciudades y barrios (calpulli). En las ciudades y barrios, la explotación de las tierras tenía un carácter colectivo, todo hombre adulto tenía derecho de cultivar un pedazo de tierra para su sobrevivencia. En la fase final del imperio Azteca, esa relación fue modificándose, pues los sacerdotes y jefes militares se eximieron del trabajo en la tierra, creando una forma de diferenciación social.
Un factor adicional que contribuyo mucho a la derrota azteca fue la alianza establecida entre algunos pueblos de la región de Mesoamérica, descontentos con la dominación del imperio Azteca (tlaxcalteco y totonaco), con los españoles. La intención inmediata de esos pueblos mesoamericanos era destruir la hegemonía de los aztecas en la región, y vieron en los españoles fuertes aliados para alcanzar ese objetivo. Sin embargo, ellos no podían predecir lo que sucedería después de la derrota azteca, como la consolidación de la colonización europea.
Organización Social: es una sociedad fundada en aspectos religiosos y militares, aquellos que tenían más poder eran los sacerdotes, seguidos de los jefes militares (los nobles pipiltin eran parte de la elite militar y religiosa, y dentro de ellos salían elegidos los emperadores aztecas Tlatoani ), luego seguían los altos funcionarios del imperio. Los altos funcionarios administrativos y militares recibían la denominación de tecuhtli (dignatario), eran escogidos por el soberano Azteca (Tlatoani) y tenían una serie de privilegios, no pagaban impuestos y vivían en grandes residencias. Abajo se hallaban los calpullec administradores, de una especie de barrios (calpulli). Inicialmente fueron elegidos por los habitantes de los barrios, pero con el tiempo empezó a ser indicado por el soberano.
El comercio externo era realizado por poderosas corporaciones de comerciantes, los pochtecas, que gozaban de gran prestigio en el imperio Azteca por sus actividades económicas pero también por proporcionar información al emperador azteca, tlatoani, de otros pueblos mesoamericanos. El comercio de objetos lujosos era monopolizado por ellos. Debido al rápido enriquecimiento de ese sector de la sociedad, fueron ganando gradualmente poder y distinción. Los pochtecas vivían en sus propios barrios o calpulli, y se diferenciaban de los mercaderes comunes o tlacemananqui. La mayoría de los artesanos trabajaba vinculado a algún señor (tecuhtli), y muchos se establecieron sus talleres en palacios y templos. El impuesto de los artesanos era pagado con objetos de su especialidad y no eran obligados al trabajo colectivo.
La mayor parte de la población la conformaban los hombres libres (macehualli) con derechos a cultivar un pedazo de tierra para la sobrevivencia de su familia, sin embargo, eran obligados a pagar impuestos en mercaderías, prestar el servicio militar y trabajo colectivo (construir, conservar y limpiar carreteras, puentes y templos).
Los tlatlacotin formaban el estrato social mas bajo, compuesto generalmente por los prisioneros de guerra, condenados, desterrados. A cambio de casa y comida debian ser obedientes a sus amos. Aunque eso no significaba que eran esclavos, pues podían recuperar su libertad y poseer bienes.
Economía: esta se basaba justamente en el pago de tributos, en mercancías, de los pueblos de Mesoamérica sometidos a ellos. Los aztecas al no destruir las ciudades sometidas y apoyar el mantenimiento relativo del poder local obtuvieron gran recaudación de tributos. Se estima que al final del Imperio Azteca la ciudad de Tenochtitlán recibía toneladas de maíz, frijol, cacao, chile seco, centenares de litros de miel, millares de fardos de algodón, manufacturas textiles, cerámicas, armas, además de animales, aves, perfumes. La producción agrícola de la cultura Azteca estaba basada esencialmente en la producción de cereales, sobretodo de maíz que, en verdad, fue la base de la alimentación de las civilizaciones precolombinas. Es muy probable que esas sociedades no se hubieran desarrollado sin el maíz, pues ellos sustentaban y posibilitaban el crecimiento de su población en ese cereal.
La posesión de tierras tenía una característica muy interesante, el Estado azteca era propietario de todas las tierras y las distribuía a los templos, ciudades y barrios (calpulli). En las ciudades y barrios, la explotación de las tierras tenía un carácter colectivo, todo hombre adulto tenía derecho de cultivar un pedazo de tierra para su sobrevivencia. En la fase final del imperio Azteca, esa relación fue modificándose, pues los sacerdotes y jefes militares se eximieron del trabajo en la tierra, creando una forma de diferenciación social.
Religión: eran considerados el
pueblo más religioso de la región de Mesoamérica. Su religión era esencialmente
astral, esto es, basada en los astros. Los aztecas adoraban a sus dioses,
practicaban ritos y rendían culto en los templos sacerdotales. Uno de sus
dioses más importante fue Huitzilopochtli,
dios azteca de la guerra, representaba al sol. El dios Quetzalcóatl serpiente emplumada
también era un ser divino ampliamente adorado por otros pueblos mexicanos como
mayas, toltecas, chichimecas.
En la cultura azteca,
los mitos y ritos eran muy ricos y variados, y estaban relacionados con la
naturaleza.
Los cultos más importantes siempre se relacionaban con el Sol. Eran muy comunes
rituales con sacrificios humanos; la guerra, por tanto, fue una gran proveedora
de prisioneros para los sacrificios. Generalmente todas las energías de la comunidad
estaban canalizadas hacia las actividades ritualistas, realizadas en una serie
de escenarios y procedimientos minuciosos.
La
agricultura: ellos aprovechaban las Landeras, hacían
terrazas para evitar deslaves, construían presas y canales de riego. Las
Tierras de los Calpullis, se dividen entre las familias, tocándole a cada
familia un lugar para que pudieran construir su casa y tuvieran una
parcela para sembrar.
Para
poder labrar usaban una coa o bastión plantador con este es el que quitaban las
hierbas y preparaban la tierra, como abono usaban cieno del lago, se
destaco por que crearon un sistema de chinampas con balsas rectangulares
de carrizo y de las ramas de los árboles ancladas al fondo del lago, para
retenerlas y poderle ganarle el terreno al lago. Sus casas de los gobernantes y
los nobles eran de piedra, se apreciaba por ser de 2 pisos, al rededor de la
casa tenían patios cuadrados, la gente pobre o clase baja vivía en jacales
de carrizo que estaba hecho con techos de palma y zacate.
Educación: este es otro aspecto fundamental en la vida
cotidiana de los aztecas, que era obligatoria, aunque con diferencias según el
sexo. Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli y el
calmecac. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a
casa por las noches y el segundo era una especie de internado que se reservaba
casi íntegramente a los nobles. Las chicas en cambio eran educadas por sus
madres en casa para realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender
a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio.
En esta educación, la religión tenía un papel importante, pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
En esta educación, la religión tenía un papel importante, pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
Plano sexual: aqui sólo existían dos formas de
relaciones sexuales permitidas, las que tenían lugar dentro del matrimonio y
las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la prostitución ritual.
Estas últimas se consideraba que estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal. Estas relaciones siempre se mantenían antes de
que los guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, por otra parte, era
severamente castigado. Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente.
La arquitectura: los
aztecas refleja los valores y la civilización de un imperio, y estudiar la
arquitectura azteca es fundamental para entender la historia de los aztecas,
incluyendo su migración de un lado a otro de México y su nueva representación
de rituales religiosos. La mejor manera de describir a la arquitectura azteca
es como monumental. Su propósito era el de manifestar poder, y al mismo tiempo
adherirse a fuertes creencias religiosas. Esto se hace evidente en el diseño de
sus templos, adoratorios, palacios, y casas para las gentes del pueblo. Los
aztecas estaban bien organizados y contaban con una fuerte infraestructura y
sistemas que movilizaban gentes y recursos materiales con el objetivo de
construir grandes edificios que satisficieran las necesidades de sus
pobladores. Tenochtitlán, la ciudad capital, simbolizaba el poder azteca. La
arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas mesoamericanas,
poseía un innato sentido del orden y de la simetría. Los diseños geométricos y
las líneas extensas eran representaciones de dogmas religiosos y del poder del
Estado.
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